martes, julio 01, 2008

¿Jesus Dios?

Existen muchos pasajes bíblicos que identifican concretamente a Jesús como Dios, como por ejemplo Juan 20:28, Romanos 9:5, Hebreos 1:8, Colosenses 2:9, Juan 1:1, etcétera.
Además, en Hebreos 1:3 leemos:
Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas... (LBLA)
Existen solamente cuatro alternativas a la identidad de Jesucristo. O Jesucristo es una leyenda, un mentiroso, un lunático o es Señor y Dios. Existe muy poca probabilidad que lo que Jesús proclamaba ser era leyenda. Simplemente no existe suficiente tiempo para desarrollar la historia de cualquier leyenda que pueda reemplazar lo que realmente sucedió. Además, si lo que Jesús dijo le convirtió en persona legendaria, los judíos que estaban opuestos al cristianismo al principio seguramente dirían que estas pretensiones nunca sucedieron. A diferencia de los escépticos de la edad moderna, los rabinos aparentemente nunca negaron que Jesús haya declarado estas pretensiones acerca de sí mismo. Pero en su lugar, le llamaron mentiroso.Jesús se consideraba un ser divino. Según los relatos en varios evangelios, Jesús creía tener el poder de hacer milagros y de perdonar pecados. Y hasta dijo, “El Padre y yo somos uno.” (Juan 10:30)Ya que Jesús pretendía ser Dios, Él tenía que ser verdadero o falso. Si era falso, debió de ser un mentiroso que deliberadamente quería confundir a las multitudes. Pero por el otro lado, debió de ser un lunático que sinceramente creía ser Dios cuando en realidad no era más que un hombre de carne y hueso.El carácter moral de Jesús y su disposición de morir por pretender ser Dios ha convencido a la mayoría que Jesús no estaba mintiendo. Su humildad y generoso amor, su comunicación inteligente con la gente, y su gran control de sí mismo junto con su serenidad en medio de tremendo estrés físico y emocional por causa de la traición y su crucifixión nos demuestran que estaba en contacto con la realidad. Jesús no era ningún lunático.Ya que la evidencia demuestra que Jesús ni era lunático ni era mentiroso, la única otra alternativa que nos queda es de que todo lo que dijo era verdad. Jesús es Dios y señor. Además, la evidencia que Jesús resucitó físicamente de la tumba sostiene aún más esta conclusión.

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