Philosophia

......... El porque de la Filosofia:
Se conoce que la Filosofía surge con la admiración y con ello, la búsqueda del por qué de las cosas.
El nacimiento de la filosofía dio lugar a la pregunta. En este sentido, la pregunta se convirtió en un método no sólo para comprender el mundo, sino para transformarlo. No es por casualidad que el filósofo Carlos Marx, llegó a plantear que no se trataba de entender el mundo sino de transformarlo. Es así, que la Filosofía apela a la razón. Es decir, busca la cientificidad. Por tal razón, no se contenta con simples explicaciones, sino va más allá del origen de los fenómenos.
La filosofía no nace al margen de los procesos históricos, sino que se debe al ser humano. La filosofía es una teoría crítica-liberadora. Se encarga entonces, de desentrañar el mundo. Así lo reconoce el doctor Alejandro Serrano Caldera cuando afirma: «La filosofía enseña a pensar, enseña que la libertad es fundamental y que la actitud crítica es sustancial al ser humano». La filosofía es el preguntarse constantemente el porqué de la realidad en que vive el ser humano. De tal manera, que no se puede concebir la filosofía sin la pregunta sobre el por qué de las cosas.
El pensamiento filosófico como teoría crítica, pretende crear una concepción del mundo de forma científica en la conciencia del ser humano, con la idea o el interés que éste se oriente en la vida social de forma adecuada y con ética. Esta nos lleva a pensar, pero también, nos compromete con la sociedad, busca y orienta lo que el ser humano debe ser. En este sentido, ubica al ser humano en su contexto histórico mundial. La filosofía es más que una simple teoría. Así lo mira el doctor Serrano Caldera cuando afirma: «Desde este punto de vista, es pues, empeño propio y riguroso de la filosofía desentrañar la razón de la vida y presentar el logo histórico, claro y diáfano, como hilo conductor que enlaza al hombre y la vida en la trampa compleja de la historia».
La verdad es que es imposible e irracional, comprender a un futuro profesional sin un conocimiento teórico filosófico básico, porque de ser así, estaríamos creando un profesional con una mentalidad tecnócrata, es decir, un profesional individualista y apático a los problemas de los demás. Debemos de luchar contra esa mentalidad pragmática y crear conciencia de la necesidad vitual, hoy más que nunca de las ciencias humanas, como también, de las llamadas ciencias puras. Así lo entiende el doctor Alejandro Serrano Caldera, cuando reconoce que «... es importantísimo el desarrollo técnico pero es un error confrontar filosofía y técnicas, como que fueran excluyentes».